Cómo limpiar un sofá de piel

Cuando pensamos en amueblar nuestro salón o sala de estar, lo principal es un sofá y a la hora de elegirlo a muchos se nos van los ojos hacia un bonito sofá de piel. Ya sea por la elegancia que otorga a una estancia, por ese toque atemporal que da a nuestra decoración o por la versatilidad que tiene un sofá de piel para combinar con el resto de muebles, sean del estilo que sean, los sofás de piel nos encantan. Sin embargo, a pesar de su enorme atractivo, muchas personas desisten en la idea de comprar un sofá de piel debido a su mantenimiento y limpieza.

Son muchos los que piensan que un sofá de piel, sea del color que sea, es muy delicado, que se estropea con facilidad, y que la piel dejará de lucir bonito en muy poco tiempo. Por ello, se decanta por comprar sofás de tela, que pueden llegar a ser más prácticos. Pues, al contrario de lo que muchos puedan pensar, comprar un sofá de piel no es una locura. Por eso, en este artículo vamos a dar consejos y trucos para saber cómo limpiar un sofá de piel para que quede perfecto y quedarte tranquilo/a para que te lo lleves a casa.

Ventajas y desventajas de comprar un sofá de piel

Los sofás de piel cuentan con mayor resistencia y durabilidad, ya que soportan mucho más el roce y el uso diario, e incluso se mantienen en buenas condiciones cuando hay niños en casa. A pesar de lo que muchos creen, su mantenimiento y limpieza es más sencillo que el de un sofá de tela. Además, son de mayor calidad que cualquier otro tipo.

Sin embargo, debemos tener en cuenta las condiciones ambientales, concretamente la temperatura. En verano pueden ser sofás muy calurosos, y la piel nos puede resultar un poco fría al tacto en invierno. Generalmente, la piel puede verse afectada por la humedad o el aire muy seco, incluso la exposición directa al sol o el calor intenso pueden dañarlo produciendo grietas y peladuras, si no llevamos cuidado y no tomamos ciertas precauciones.

Consejos para limpiar un sofá de piel.

Los cuidados son parte fundamental para el buen aspecto de nuestro sofá de piel, por ello, es importante que lo cuidemos de las condiciones climatológicas que acabamos de describir.

Limpieza cotidiana de un sofá de piel

Los sofás de piel cuentan con unas cualidades, que no necesitan una rutina muy elaborada de limpieza. Tan sólo es necesario, que cada dos semanas lo “aseemos” para que este se mantenga en perfectas condiciones. Incluso los expertos fabricantes de sofás de piel advierten de no someterlos a procesos de limpieza intensa, que podrán ir deteriorando poco a poco el tapizado de piel, como tampoco utilizar productos abrasivos.

La forma perfecta de mantener limpio un sofá de piel es con un aspirado suave por la superficie del sofá, así eliminaremos el polvo que pueda a ver acumulado con los días, y evitaremos que se adhiera en el tapizado. Después, podemos pasar un paño húmedo con un poco de agua destilada y jabón neutro, frotando muy suavemente y con movimientos circulares.

Tras esto, necesitamos retirar los restos de jabón que hayan podido quedar en la superficie, para ello usaremos una toalla limpia, humedecida en agua muy fría. Después, eliminaremos la humedad con un trapo seco, hasta que no queden restos de humedad en ninguna parte del tapizado del sofá de piel.

Limpiar en profundidad un sofá de piel

Por supuesto, siempre hay casos excepcionales en los que nuestro sofá de piel requiere una limpieza más profunda, debido a que ha pasado mucho tiempo desde la ultima limpieza cotidiana o porque del uso, notemos que se hace necesaria una limpieza más intensa. Para ello, existen productos específicos para limpieza de piel, que podemos encontrar en la web de Limpialotodo.

Para estos casos, basta con preparar una mezcla de agua con detergente neutro y limpiador con aceite de pino, que es un gran desinfectante e higienizador, además deja un aroma a pino muy fresco. Esta mezcla debe quedar jabonosa y con abundante espuma. Con esa espuma es con lo que limpiaremos la superficie de nuestro sofá de piel, usando una esponja suave con la que frotaremos la espuma. Después, tenemos que pasar, sin aplicar fuerza, un cepillo con cerdas suaves. De esta forma, los restos de suciedad más adheridos irán desapareciendo.

Tras el cepillado, retiraremos los restos de jabón sucio y espuma de la piel del sofá con un trapo húmedo con agua y desinfectante de pino, el mismo de antes. Esta tarea, debemos hacerla varias veces hasta que el jabón desaparezca por completo. Si nos resulta más práctico, esto podemos hacerlo por secciones.

Por último, pasamos un trapo seco, con el que eliminaremos toda la humedad de la superficie. Cuando finalizaremos la tarea, veremos que nuestro sofá de piel ha quedado totalmente limpio y resplandeciente

Trucos para limpiar un sofá de piel.

A pesar de estos métodos de limpieza, es importante que evitemos las manchas. Para ello, existen una serie de trucos, que nos pueden ayudar en caso de que se produzcan manchas de forma accidental.

  • Usar toallitas de bebé, que no contienen productos abrasivos y no dañarán la piel de nuestro sofá.
  • Alcohol para quitar manchas que puedan haber quedado en nuestro sofá. Usaremos un algodón empapado del alcohol.
  • La cerveza también es una opción para limpiar un sofá de piel. Después debemos eliminar los restos con agua.
  • Los cítricos como la naranja y el limón contienen aceites esenciales, que permiten limpiar nuestro sofá de piel sin dañar. Sólo tenemos que frotar suavemente con la cascara del limón o la naranja.
  • Aplicar clara de huevo al punto de nieve es un buen truco para eliminar las manchas de un sofá de piel. Tendremos que frotarla con un paño sobre la mancha hasta que desaparezca.

Después de todas estas indicaciones y trucos de limpieza, es muy importante aplicar un producto acondicionador para piel de sofá una o dos veces al año. Con él, podremos mantener el brillo y la suavidad de la piel por más tiempo. En el mercado existen algunos productos acondicionadores, que además contienen protectores contra la humedad, que evitarán que se produzcan hongo y moho.

Si te atreves, también puedes preparar un acondicionador casero y aplicarlo una vez al mes. Para ello necesitas una mezcla a base de dos partes de aceite de linaza por una de vinagre blanco, pulverizar por toda la superficie del sofá de piel y esparcir con un trapo limpio. Otra preparación casera sería aplicar una mezcla trementina y cera de abejas, a partes iguales, con un trapo limpio. Esperar a que seque por completo y pasar una toalla seca. Con esta mezcla nuestro sofá de piel quedará completamente brillante y como recién comprado.

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