Tipos de canapés para camas

Si estás amueblando un dormitorio nuevo o, sencillamente crees que ha llegado el momento de renovar el que tienes, probablemente lo primero a lo que empieces a dar vueltas sea a qué tipo de colchón comprar. Y haces bien, el cochón es una parte importantísima de nuestro descanso, pero la cama en sí se compone de un conjunto de elementos que, a nivel individual, también adquieren gran relevancia. Por ejemplo, ¿qué hay del canapé?

Es cierto que podemos apoyar nuestros colchones en bases tapizadas o somieres de láminas, pero decantarnos por un canapé nos aporta una serie de ventajas que no nos ofrecen el resto de opciones. Un canapé no solo ofrece firmeza y estabilidad al colchón sino que, dependiendo del tipo de canapé que elijamos, podremos obtener un espacio de almacenamiento extra para aquellos dormitorios que sean reducidos, aquellas casas que no dispongan de armarios suficientes o esos hogares en los que hay muchos miembros. Te interesa, ¿verdad? Pues quédate a leer lo que tenemos que contarte sobre los diferentes tipos de canapés para camas que existen.

Los tipos de canapés para camas

Si tuviéramos que hacer una división principal, el organigrama estaría encabezado por dos tipos: los canapés fijos y los canapés abatibles.

Existen muchos modelos de canapés dependiendo de las necesidades que queramos suplir. Si se trata de un canapé para un dormitorio infantil, juvenil o de matrimonio, si queremos que nos sirva como un plus de almacenamiento o no, etc… Para acabar con tus dudas en este proceso de elección acerca del mejor canapé, te explicamos con detalle todos los tipos de canapés para camas que puedes encontrar.

Canapés fijos

Los canapés fijos son los más parecidos a las conocidas bases tapizadas de toda la vida. La principal diferencia respecto a las bases convencionales es que cuentan con un grosor mayor, aunque es cierto que este variará dependiendo del modelo elegido. Un canapé fijo puede estar formado por muelles ensacados, láminas o, lo más frecuente, que es encontrarlos compuestos de tableros de madera reforzados por barras de acero. 

Los canapés fijos no cuentan con un espacio de almacenamiento en la parte de abajo. Sin embargo, precisamente por ello, resultan muy sencillos de limpiar. A la gran mayoría se le pueden acoplar cajones posteriormente, por lo que un canapé fijo puede ser una buena opción si, en un primer momento, no buscas tener un arcón donde almacenar objetos.

 

Canapés con cajones

Los canapés con cajones se encuentran a medio camino entre los canapés fijos y los canapés abatibles. Son opciones que no encontramos tan fácilmente como estos últimos pero que resultan de enorme utilidad. Cuentan con espacio de almacenamiento, sin embargo, no se levantan, por lo que no son abatibles.

El espacio de almacenamiento se consigue gracias a los cajones de los que dispone y que te permitirán contar con un buen servicio de almacenaje. Un buen ejemplo de este tipo de canapé. Los cajones se abren hacia los lados y cuenta con acceso a los huecos interiores par aprovechar totalmente el espacio.

Canapés abatibles

Desde nuestro punto de vista, los canapés abatibles son la mejor alternativa si buscamos conseguir algo más de espacio de almacenamiento en nuestro dormitorio. Al levantarse hacia arriba, se descubre todo un arcón del tamaño del canapé donde poder guardar esos objetos para los que ya no encuentras hueco.

Te recomendamos que en el canapé guardes prendas de ropa, zapatos, mantas o juguetes y demás que no vayas a usar durante cierto tiempo. No resulta demasiado cómodo tener que estar levantándolo cada dos por tres para sacar algo.

Dentro de los canapés abatibles hay diferentes subtipos dependiendo del uso que se le de: zapatero, de cajones, de apertura lateral o articulado. Te explicamos algunas de las características de cada uno.

Canapé abatible cajones (laterales o frontales)

También existen canapés abatibles con cajones. Esto significa que la tapa del canapé se abre hacia arriba, dejando paso al hueco del arcón pero, además, en la parte frontal cuenta con un par de cajones. Se trata de espacios similares a los del zapatero pero, en estos modelos, en lugar de puerta abatible, se deslizan hacia afuera como un cajón al uso. El lado hacia el que abran también puede variar. Encontramos canapés abatibles con cajones que abren hacia delante, y canapés cuyos cajones se abren hacia el lateral, como el canapé abatible con cajón lateral.

Canapé abatible apertura lateral

Quizá tengas la idea de que todos los canapés abatibles se abren hacia arriba. Pero no es así, también existen canapés cuya tapa se abre hacia los lados, como un libro. Este tipo de canapés son perfectos para habitaciones juveniles en los que la cama suele estar pegada a la pared o a un mueble. También son muy útiles para dormitorios de espacio reducido.

Canapé abatible articulado

Es el último de la lista pero no por ello el menos importante. Los canapés abatibles articulados aportarán un extra a tu descanso gracias a que podrás modificar tranquilamente la posición de tu colchón para lograr que quede totalmente a tu gusto. Además, continuarás teniendo ese espacio de almacenamiento que ofrecen todos los canapés abatibles.

En cuanto a estos canapés, existen dos tipos. Los canapés abatibles articulados de un solo cuerpo, como este, y los canapés abatibles articulados de dos cuerpos, en los que se comparte arcón pero en los que cada persona puede modificar la posición de su colchón como prefiera.

¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar un canapé abatible?

Son varios los aspectos que debemos tener en cuenta cuando vayamos a comprar un canapé abatible y, aunque sabemos que es complicado no fijarse en ello, os aconsejamos que no sea ni el precio ni el diseño lo que os haga decantaros, sino los puntos clave que os explicamos a continuación:

  • La tapa y la estructura: Si no quieres estar cambiando de canapé cada cierto tiempo, estos son 2 de los aspectos esenciales para decidirte por un canapé de calidad que te dure muchos muchos años. La tapa no solo debe estar reforzada para evitar que, por las noches, al movernos, produzca ruidos molestos, sino que debe ser lo suficientemente gruesa como para que sea resistente a las posibles deformaciones que causa el paso del tiempo.

Igual de importante es el hecho de que el tapizado, la parte superior que estará en contacto con el colchón, sea transpirable y anti-deslizante. De esta forma, se creará una capa de aire entre colchón y tapa, permitiendo que el aire circule libremente y no se acumulen humedades y moho debajo del colchón.

En cuanto al cajón de almacenamiento, elige uno cuya estructura exterior sea robusta, resistente y firme y, a poder ser, que tenga zonas del interior reforzadas. Si puede ser que esté fabricado con materiales duraderos y fuertes, como el acero, madera de gran resistencia o aglomerado, mejor que mejor. Otro punto a tener en cuenta es la altura del cajón. Sabiéndola, solo tendrás que multiplicar esa cifra por el ancho y largo para saber qué capacidad de almacenaje tendrás.

  • Tipo de apertura: la forma de abrir el canapé es otro aspecto a destacar, ya que dependiendo de ella, tendremos que hacer más o menos esfuerzo físico. Fíjate no solo en si cuenta con apertura lateral o frontal, sino también en el sistema de apertura que utiliza. Los más habituales son los sistemas de pistones de gas o hidráulicos, con los que puedes abrir tu canapé de forma silenciosa haciendo solo un pequeño esfuerzo.

Sin embargo, para aquellas personas que sufran de problemas de espalda o tengan una cierta edad y apenas puedan hacer esfuerzos, existen canapés con tapas motorizadas con mando a distancia. Solo tendrás que apretar un botón y tu tapa se abrirá poco a poco cómodamente. Suena bien, ¿verdad?

  • Material: el grosor y el material de las paredes del canapé va a ser proporcional a la duración del mismo. Cuanto más grueso sea y mejores materiales se hayan utilizado para su fabricación, más tiempo de vida útil tendrá.

Esperamos que esta guía sobre los tipos de canapés para camas te haya sido de utilidad a la hora de elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. Ahora, a por el siguiente paso. Seguro que ya estás pensando en el colchón de tus sueños, ¿eh?

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