Cómo elegir un sofá para toda la vida

Un sofá es más que un simple lugar en el que sentarte o un mueble sin más. Es el lugar de reunión y tertulia de amigos y familia, el sitio donde solemos dar las noticias importantes, nuestro rincón de descanso y lectura, o nuestro lugar preferido donde disfrutar de una buena tarde de cine. Sin duda, el sofá es el mueble más usado en un hogar, sin contar nuestra cama. Por ello, su elección es muy importante.

Antes de comprarlo, tenemos que elegirlo. Decidir y elegir el tipo de sofá que queremos, y que mejor encaja con el tipo de uso que vayamos a darle es muy importante. Para saber cómo elegir un sofá perfecto, necesitamos tener en cuenta una serie aspectos esenciales para acertar en nuestra elección del sofá adecuado. Toma nota, esto es lo que hay que tener en cuenta al comprar un sofá.

Cómo elegir un sofá

Para elegir un buen sofá, primero debemos medir el salón. Hay tres datos básicos que debes llevar contigo cuando vayas a la tienda de muebles, y que son: las medidas y el tamaño del salón, cuál es la distribución del espacio, y el número de personas, que habitualmente, usarán el sofá. A partir de estos datos, se establecerán los primeros filtros y los tipos de sofás disponibles y adecuados para ti y tu salón.

Cuando tengamos que elegir nuestro sofá, la mejor forma de hacerlo es probándolo. Para ello, tendrás que sentarte principalmente. Después, podrás elegir cómo quieres que sean los asientos: fijos, extraíbles, monitorizados… Y para ello, deberás tener en cuenta todas las maneras en las que sueles sentarte y tumbarte en el sofá para estar cómoda o cómodo.

Ten en cuenta la estructura a la hora de elegir el sofa. Piensa, que debe durarte varios años, por lo que debe ser lo más resistente posible. Los principales aspectos que debe cumplir la estructura del sofá son:

No debe ser ni duro ni blando, si no perderá en comodidad. Por tanto el relleno debe ser de calidad, como las espumas de alta resistencia con las que hoy en día se fabrican los sofás, que se deforman muy poco. Además, los respaldos deben ser un poco más blandos que los asientos.

Cuando tengamos que elegir nuestro sofá, debemos pensar en un sofá cuya estructura sea de madera maciza, de aluminio o acero. Son los materiales más resistentes.

Mejor que sea con sistemas de muelles en zig-zig o de cinchas, y en cualquiera de los casos, debe contar con al menos 5 tiras paralelas al chasis y otras 5 perpendiculares por cada uno de los asientos.

Si las patas forman parte de la misma estructura, mucho mejor. Las atornilladas son un poco más inseguras, suelen aflojarse cuando movemos el sofá.

Si queremos comprobar la resistencia de nuestro sofá y si soportará todo el uso y trote diario, tenemos que levantar una de las patas delanteras unos 15 cm del suelo. Si vemos que la otra pata se levanta a la misma altura, quiere decir que el armazón del sofá es resistente.

También tenemos que pensar en el tapizado en el momento de elegir nuestro sofá. Un factor determinante para la resistencia, es su transpirabilidad. Las mejores tapicerías para elegir un sofá son:

Elegir un sofá con tapicería de algodón: son elásticas, resistentes y no se deforman. Son tejidos frescos para el verano, que aportan un look natural. Las podemos encontrar en muchísimos colores y se adaptan perfectamente a cualquier tipo de decoración.

Elegir un sofá con tapicería de piel: son los tapizados que mejor resisten el paso del tiempo. Se adaptan a cualquier tipo de decoración, ya sean modernos o clásicos, y son muy fáciles de limpiar.

Elegir un sofá con tapicería técnica: es un material bastante novedoso, que resiste manchas, incluso, algunos tienen tratamientos “aqua clean” para eliminar las manchas únicamente con agua. También podemos encontrarlo en muchos colores.

Elegir un sofá con tapicería de chenilla: se trata de una mezcla de tejidos, sintéticos y naturales, con textura aterciopelada y efecto tornasolado, según incida en ella la luz.

Por otra parte, la transpirabilidad de la que antes hablábamos, también dependerá del relleno. A la hora de elegir un sofá lo recomendable es, que escojamos rellenos de plumas, tanto de pato como de oca. Pero el precio de estos son un poco más elevados. Si queremos algo más adaptado para todos los bolsillos, sin prescindir en calidad, podemos optar por espuma de poliuretano o viscoelástica.  

Después de todo esto, el sofá que elijas principalmente tiene que resultar cómodo. De nada sirve cumplir con todos los requisitos que hemos explicado, si después prefieres sentarte en cualquier silla, antes que en el sofá porque te resulta una tortura. Por ello, cuando elijas el sofá, asegúrate de que es cómodo para ti.

Cómo saber si un sofá es cómodo. Las claves.

Clave nº1. Cuando te sientes, las caderas no deben quedar por debajo de las rodillas. Si no, te costará incorpórate.

Clave nº2. Cuando apoyes la espalda en el respaldo, tus pies deben estar apoyados en el suelo. Es mejor que no te cuelguen.

Clave nº3. Una vez apoyada la espalda, la zona lumbar (los riñones) deben estar protegidos, evitando que el cuerpo se vaya deslizando hacia abajo.

Clave nº4. Cuando te sientes, procura que el borde del asiento no presione la parte posterior de tus rodillas.

Clave nº5. Acuérdate de los reposabrazos. Procura que estén a la altura del codo y nunca más bajo. Si no, te sentirás incomodo y en una postura nada natural, cuando los apoyes mientras estés sentado.

Con todas estas claves y consejos, estamos seguros de que sabrás perfectamente cómo elegir un sofá adecuado y para toda la vida, que quedará perfecto en tu salón.

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